A veces me pregunto, por que tantas veces te dije: Ya vamos a estar bien! Por qué mierda lo dije. Por qué no hice un poco más para estar bien desde ese mismo instante. Me mata la angustia. Te veo doblando la esquina caminando hacia nosotros. Imagino a Valentina corriendo a tu encuentro. Quiero que nada le pase. Quiero estar fuerte para ella. Quiero estar preparado para cuando me pida explicaciones y me pregunte por qué su vida tuvo que ser así. Por qué no cuenta con la compañía de su mamita. Cómo abstraerme de la realidad. Han pasado tan poquitos días pero me han parecido una eternidad. No logro comprender que esta nueva vida recién comienza. No sé que hacer sin ti. Busco alguna distracción hasta en las cosas mas sencillas, manteniendo siempre la esperanza de que todo este sueño en algún momento va a terminar y volveremos a estar juntos nuevamente. Sé que me miento. Sé que no son los pensamientos que debo tener. Sé que debo enfocarme en nuestra hija. Pero es la única vía de escape, a través de las palabras, en donde puedo expresar lo que siento.