Parece que ha pasado mucho tiempo y no. Han pasado apenas unos pocos días. Y aunque he tratado de desahogar mi pena escribiéndote mis líneas a diario, hay ocasiones en que me quedo con la mente en blanco solo pensando en tí y sin poder hilar una frase coherente. Traté de plasmar cada palabra que se vino a mi mente y no resultó. Era una sarta de palabras sin sentido ni orientación. No las quise escribir porque no quise tener la oportunidad de volver a leerlas y que me provocaran las sensaciones que me provocaron en su momento. Necesito recuperar la cordura totalmente. Con las niñas hemos salido a recorrer algunos lugares tratando de distraernos y encontrar un poco más de paz. Muy de poquito, muy lentamente lo vamos logrando. Me sigue sorprendiendo nuestra Hija quien hasta ahora me ha demostrado una entereza que a veces me aterra. Solo quiero que esté bien. Necesito que esté bien.