Claro que puedo!

Puedo preguntar la mierda que se me ocurra porque no mereces mi respeto, mi cariño ni mi aprecio. Si no puedes con eso, puedes mirar hacia el costado donde están nuestros pendientes, solucionarlos y dejarme seguir mi vida en paz y tranquilidad.

Anónima

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *