Muy temprano…

Muy temprano por la mañana, conversaba conmigo mismo y me preguntaba en que momento de mi vida vine a encontrar el amor.

También me preguntaba, no cualquier amor. Porque uno de Amor podría decir muchas cosas, de distintos tipos. Pero cuando lo personalizas y te das cuentas que la persona que te lo provoca; es lo más maravilloso que has conocido, cambia todo y todo cambia.

A veces, trato de hacer una cronología de los acontecimientos para descubrir cómo, desde el día que te escuche por primera vez, mi amor ha ido creciendo. A tu lado me siento nuevo.

Me enamora verte en ocasiones querer tomar el control para luego cederlo porque prefieres dejarte querer. Tengo tantos y tan lindos recuerdos entre mezclados que de a poco me voy acordando de detalles que enriquecen mi memoria al poder unir cada fragmento.

Contigo cada momento es más especial que otro. En este poco tiempo, no han sido pocos los espacios que nos hemos brindado frente a toda la adversidad y no recuerdo que uno haya sido igual a otro, si mejor. Increíble también ha sido lo que hemos logrado y reconocido.

Me acuerdo y me sonrío cuando me dijiste que pensabas que este tipo mayor, te iba a tomar, quizás se iba a divertir y luego te dejaría. Sin embargo, nada es lo que parece y me siento comprometido contigo desde el primer día que consumamos nuestros más internos anhelos y deseos.

Me Enamora verte circular por nuestros espacios como si nos conociéramos de toda la vida.

Me Enamora darme cuenta de que he podido provocar en ti la confianza para que te mires al espejo y te encuentres tan Bella.

Me enamora lo que dicen tus ojos.

No puedo

No me puedo pasar la vida esperando estar disponible para hablarte o que hayas decidido sacarme de ese cajón con vidrios en el que me pusiste.

No seguiré siendo esclavo de un estado, ni viendo como soy último en algunas de tus prioridades.

Que no hay un segundo disponible en tu mente para dedicarme un buenos días cuando pasas por mi ventana.

Los días pasan

Pasaron los días y lógicamente apareció alguien. No se aún si para bien o para mal, pero apareció a cambiar mi vida. A darle un vuelco. A remecerla. Debo sincerar que ha pasado muy poquito tiempo y siento que la necesito a rabiar. Ambos nos encontrábamos en etapas difíciles o extrañas de nuestra vida y nuestras conversaciones fueron cambiando de tonalidad sin darnos mucha cuenta.

Naturalidad

Pasan los días, y aún no veo un atisbo de resignación por tu partida. No hay día en que no te recuerde, ni deje de pensar en ti. Han sido días muy duros y aunque hemos buscado un poco de tranquilidad, en todos los lugares que hemos visitado, tu recuerdo y compañía te traen a nuestra memoria. Nuestra hija sufre aunque no me lo diga. Lo veo en su mirada. En su forma de actuar. Perdimos la naturalidad de existir. Todo debe tener una razón. Todo debe ser con mucho cuidado de no causar más dolor del que hasta ahora hemos sentido. La mamá también mantiene un dolor inmenso, me lo ha dicho. También lo veo en su mirada. Todos te recordamos con mucho Amor y ternura, Alegría a veces; cuando nos acordamos de las anécdotas que vivimos juntos. El tiempo pasa volando y he dejado pasar más días para escribir en tiempo pasado. No quiero adelantarme a lo que siento. Prefiero escribir sobre lo vivido y no proyectando nada en absoluto. Solo quiero tu ayuda para orientar a nuestra Hija para vivir con el dolor. Hace unos días leí algo que escribió: «por qué te fuiste», «Te extraño mamá». Se me partió el alma. No quiero verla sufrir. No quiero que me diga que no le pasa nada, cuando sé que le están pasando cosas. Sé que no quiere hacerme sufrir ni que sienta más preocupación por ella. Siento Miedo. Miedo de no ser capaz de leer con claridad las señales del presente. Las señales que me da. Enséñame cómo. Guíame. No nos dejes mas solos.

Te extrañamos.

Borradores

Han pasado varios días desde la última vez que escribí algunas líneas en este lugar y es que he estado muchas horas frente a la pantalla tratando de hilar las oraciones que reflejen de mejor manera mis sentimientos; sin lograrlo del todo.

Borrador tras borrador van quedando guardados en mi mente y corazón, acompañando mis emociones. Aquellas que aún no logro contener. Intento darme la energía para seguir adelante, cuando siento que no tengo la fuerza ni siquiera para levantarme. No he querido proyectar el mañana, como si no quisiera olvidar el presente. No se si hago bien o mal. No se si te hace bien o mal. Solo intento sentirme bien para nuestra Hija. Nuestra Razón de Ser. Y digo nuestra razón de ser, porque eres parte de mí, parte de ella, así que tu presencia se mantiene intacta.

Muy de a poco, voy logrando la resignación de tu partida. Con Valentina nos hemos acompañado todo este tiempo, dándonos el soporte mutuo que silenciosamente vamos necesitando. Me sigue sorprendiendo la entereza de la Enano; como tanto le gustaba que la llamaras; para afrontar este duro momento. Momento que durará mucho tiempo de acá al fin de nuestros días.

En ocasiones siento miedo de que más adelante, le vaya a afectar de mayor manera y espero estar preparado para darle más amor y contención para sobrellevar su pena y dolor.

Entereza

Parece que ha pasado mucho tiempo y no. Han pasado apenas unos pocos días. Y aunque he tratado de desahogar mi pena escribiéndote mis líneas a diario, hay ocasiones en que me quedo con la mente en blanco solo pensando en tí y sin poder hilar una frase coherente. Traté de plasmar cada palabra que se vino a mi mente y no resultó. Era una sarta de palabras sin sentido ni orientación. No las quise escribir porque no quise tener la oportunidad de volver a leerlas y que me provocaran las sensaciones que me provocaron en su momento. Necesito recuperar la cordura totalmente. Con las niñas hemos salido a recorrer algunos lugares tratando de distraernos y encontrar un poco más de paz. Muy de poquito, muy lentamente lo vamos logrando. Me sigue sorprendiendo nuestra Hija quien hasta ahora me ha demostrado una entereza que a veces me aterra. Solo quiero que esté bien. Necesito que esté bien.

Angustia

A veces me pregunto, por que tantas veces te dije: Ya vamos a estar bien! Por qué mierda lo dije. Por qué no hice un poco más para estar bien desde ese mismo instante. Me mata la angustia. Te veo doblando la esquina caminando hacia nosotros. Imagino a Valentina corriendo a tu encuentro. Quiero que nada le pase. Quiero estar fuerte para ella. Quiero estar preparado para cuando me pida explicaciones y me pregunte por qué su vida tuvo que ser así. Por qué no cuenta con la compañía de su mamita. Cómo abstraerme de la realidad. Han pasado tan poquitos días pero me han parecido una eternidad. No logro comprender que esta nueva vida recién comienza. No sé que hacer sin ti. Busco alguna distracción hasta en las cosas mas sencillas, manteniendo siempre la esperanza de que todo este sueño en algún momento va a terminar y volveremos a estar juntos nuevamente. Sé que me miento. Sé que no son los pensamientos que debo tener. Sé que debo enfocarme en nuestra hija. Pero es la única vía de escape, a través de las palabras, en donde puedo expresar lo que siento.

Hoy

Hoy siento más dolor que ayer y creo que menos que mañana. Me siento desfallecer. Y aunque trato de darme todo el ánimo del mundo, con mi cachorra contagiándome de su energía, mi mente me da señales de que no puede más. Me niego a dejar de sentir tu ausencia como la siento hoy. Necesito llorar. Llorar más y más hasta que se sequen mis ojos. No sé cómo expresarlo. No encuentro cómo. Esta semana ha sido muy dura emocionalmente. Te Extraño a más no poder. No encuentro ese convencimiento que me ayude a subsistir. Siento Rabia. Odio. Maldigo una y mil veces. Me recrimino todo lo que no hice bien, todo lo que deje de hacer. Orientame. Dame un poquito de tu luz para iluminar mi camino. Sigo necesitando tu fortaleza.

Afán

Las personas en su afán de tratar de que estés mejor, te dicen a menudo. Ahora está descansando, ahora está bien, ahora, ahora…

Y aunque estoy de apoco cada vez mas convencido de que es así, aún no encuentro la tranquilidad plena. Cuando creo que el vendaval de emociones esta disminuyendo; girando hacia el convencimiento y la resignación, el corazón se me encoje, las lágrimas afloran, los recuerdos de momentos hermosos deben correr a mi rescate para sopesar el dolor de tu ausencia.

Te extraño demasiado. Cuídame.

Te Amo