Entereza

Parece que ha pasado mucho tiempo y no. Han pasado apenas unos pocos días. Y aunque he tratado de desahogar mi pena escribiéndote mis líneas a diario, hay ocasiones en que me quedo con la mente en blanco solo pensando en tí y sin poder hilar una frase coherente. Traté de plasmar cada palabra que se vino a mi mente y no resultó. Era una sarta de palabras sin sentido ni orientación. No las quise escribir porque no quise tener la oportunidad de volver a leerlas y que me provocaran las sensaciones que me provocaron en su momento. Necesito recuperar la cordura totalmente. Con las niñas hemos salido a recorrer algunos lugares tratando de distraernos y encontrar un poco más de paz. Muy de poquito, muy lentamente lo vamos logrando. Me sigue sorprendiendo nuestra Hija quien hasta ahora me ha demostrado una entereza que a veces me aterra. Solo quiero que esté bien. Necesito que esté bien.

Angustia

A veces me pregunto, por que tantas veces te dije: Ya vamos a estar bien! Por qué mierda lo dije. Por qué no hice un poco más para estar bien desde ese mismo instante. Me mata la angustia. Te veo doblando la esquina caminando hacia nosotros. Imagino a Valentina corriendo a tu encuentro. Quiero que nada le pase. Quiero estar fuerte para ella. Quiero estar preparado para cuando me pida explicaciones y me pregunte por qué su vida tuvo que ser así. Por qué no cuenta con la compañía de su mamita. Cómo abstraerme de la realidad. Han pasado tan poquitos días pero me han parecido una eternidad. No logro comprender que esta nueva vida recién comienza. No sé que hacer sin ti. Busco alguna distracción hasta en las cosas mas sencillas, manteniendo siempre la esperanza de que todo este sueño en algún momento va a terminar y volveremos a estar juntos nuevamente. Sé que me miento. Sé que no son los pensamientos que debo tener. Sé que debo enfocarme en nuestra hija. Pero es la única vía de escape, a través de las palabras, en donde puedo expresar lo que siento.

Hoy

Hoy siento más dolor que ayer y creo que menos que mañana. Me siento desfallecer. Y aunque trato de darme todo el ánimo del mundo, con mi cachorra contagiándome de su energía, mi mente me da señales de que no puede más. Me niego a dejar de sentir tu ausencia como la siento hoy. Necesito llorar. Llorar más y más hasta que se sequen mis ojos. No sé cómo expresarlo. No encuentro cómo. Esta semana ha sido muy dura emocionalmente. Te Extraño a más no poder. No encuentro ese convencimiento que me ayude a subsistir. Siento Rabia. Odio. Maldigo una y mil veces. Me recrimino todo lo que no hice bien, todo lo que deje de hacer. Orientame. Dame un poquito de tu luz para iluminar mi camino. Sigo necesitando tu fortaleza.

Afán

Las personas en su afán de tratar de que estés mejor, te dicen a menudo. Ahora está descansando, ahora está bien, ahora, ahora…

Y aunque estoy de apoco cada vez mas convencido de que es así, aún no encuentro la tranquilidad plena. Cuando creo que el vendaval de emociones esta disminuyendo; girando hacia el convencimiento y la resignación, el corazón se me encoje, las lágrimas afloran, los recuerdos de momentos hermosos deben correr a mi rescate para sopesar el dolor de tu ausencia.

Te extraño demasiado. Cuídame.

Te Amo

Pensamientos

Si antes tuve una pausa en mis pensamientos, hoy se encuentran todos volcados hacia ti. No quiero pensar aún por cuanto tiempo más, sólo disfruto el momento dándome cuenta con son innumerables aquellos en que todo fue alegría y pasarlo bien. Trato de imaginar el resto de la vida sin ti y aún no logro ver esa luz. La sigo buscando y aunque han pasado muy poquitos días, me parecen una eternidad.

Seguiré contando nuestra historia contigo en mi corazón y en mis pensamientos.

Te Extraño

Consuelo

En busca de consuelo, recorro mi mente y no logro elegir el mejor recuerdo que me ayude a calmar el dolor y la angustia que siento en mi interior. Se que ha pasado muy poquito tiempo desde que iniciaste tu descanso, pero siento el peso de tu ausencia. Lo siento en las cosas cotidianas, al despertar, al prepararme un té, en un sin fin de cosas más.

Me sigo dando cuenta de que nos apoyamos tanto en todo tipo de decisiones, desde las mas simples a las otras y entiendo que debo seguir aprendiendo a hacerlo solo, a no tener temor a equivocarme. Antes; estabas tú para decirme: «no importa», hoy debo tomar la decisión correcta y debo hacerlo solo.

No imaginas lo difícil que ha sido pasar este primer fin de semana a sabiendas que no estás y que no volverás. La sensación de Vacío es infinita. El dolor aún es inmenso.

Te extraño demasiado.

Aprender a desaprender

A una semana de tu partida, no imaginas lo difícil que ha resultado recomponer nuestras vidas. Han surgido miles de recuerdos y anécdotas, que han mantenido viva tu presencia en mi corazón.

Muy lentamente he comenzado a aprender a convivir con el dolor de tu ausencia. Y es que todo me recuerda a ti. Mi Cachorra me ha estado acompañando constantemente como si supiera que la necesito mas que nunca. He logrado contenerme cuando estoy con ella, incluso cuando ya no soporto las lágrimas en mis ojos.

Te necesito a rabiar. Necesito saber que estás ahí, en algún lugar, cuidándonos, acompañándonos y guiándonos.

Te Amo.

Mi Amada Laura:

Siempre tuvimos la esperanza de que en algún momento íbamos a poder estar todos juntos nuevamente.

Que este, como un mal sueño, quedaría en el recuerdo y que de el hablaríamos cuando nos acordaramos.

Hoy, ya con mi cable interior conectado a tierra, puedo darme cuenta de que el tiempo que te tomaste antes de irte a descansar, fue nada más que para estar cien por ciento convencida de que estaríamos preparados para el futuro, sin tu ayuda y dirección.

La búsqueda de explicaciones, de tratar de entender el por qué; durará mucho tiempo. Tiempo en el que estarás en mi mente y mi corazón, ayudándome, consolandome, guiándome por el mejor camino hacia la paz interior.

Debo ser fuerte, lo sé, pero el dolor es inmenso y desde ya te pido las disculpas si tengo que tomarme un poco más de tiempo en reponerme.

Necesitaré tu fortaleza, sin duda. Pero quiero que estés tranquila de que lo lograré. Conozco mi objetivo. Lo conozco hace diez años y estaré eternamente agradecido.

En estas situaciones las personas tratan de darle una interpretación mistica incluso al hecho más simple. Pero puede ser una coincidencia lo ocurrido esta mañana, cuando en diez años jamás lo habíamos visto? Acaso la sensación en el corazón, en la mente, en el alma, no sobrepasa a esa misma sensación convirtiéndose en una señal?

Puede ser posible una enorme bandada de palomas con sólo una blanca en el medio? Místico o no, la tranquilidad que me provocaste sé que me ayudará a convivir con esta pena. Sólo te pido que intercedas por mí y poder tener la sabiduría necesaria para afrontar el futuro.

Ese futuro que comenzó ayer, esa nueva historia que comenzamos a escribir en una hoja en blanco y que desde hoy, contará contigo como el más bello de los recuerdos vivos en mi corazón.

¿Debo agradecer? Sí claro. Primero que todo por habernos conocido, porque hayas tomado la decisión de acercarte, porque hayas confiado en que podré críar y malcriar a nuestra hija Valentina, así como guiarla y educarla para que sea mejor que nosotros, que sea autovalente, autónoma que sea ella misma como lo es hasta ahora.

Si alguna vez cuestioné como guiabas a Valentina, ahora entiendo que lo único que hacías era fortalecerla para este momento. Como si de siempre hubieras sabido que en un futuro cercano, nos tocaría enfrentar una de las pruebas más grandes y difíciles para cualquier persona. La Ausencia.

No puedo decir aún «me quedo con la tranquilidad», porque la verdad es que no estoy tranquilo ni lo volveré a estar. Mis lágrimas hoy, son porque siento que nos faltaron tantas cosas por hacer. Que los planes ya estaban, pero el rumbo también.

Ese rumbo desconocido que a veces nos lleva por caminos distintos. Y que también une, pero une a los que quedan, cuando alguno de nosotros toma uno diferente.

Estoy contento. Contento por la compañía, presente y distante. De todos tus amigos. De todos mis amigos. De todos nuestros amigos.

Podría estar miles de horas tratando de dar término a este sencillo mensaje, pero no quiero. Seguiré escribiendo esta historia contigo en mi corazón.

Te Ame, Te Amo y Te Amaré por siempre.

Cable a Tierra

Un día estás bien, pero antes de que termine ese día, no sabes como estarás mañana. Un día cualquiera comienza como lo que es; un día cualquiera. Pero termina con lo que se transformaría de rompe y raja, en una de las pruebas mas difíciles que cualquier persona podría enfrentar. Sin querer ser pesimista y aún con toda la Fé del Mundo de que saldremos adelante, quiero intentar contar una historia que aún no comienza a escribirse del todo.

El día 6 de mayo, el cuerpo de mi amada compañera decidió tomarse una pausa. Paro Cardio Respiratorio. El primero de 6 en total. Paro a Paro, fue sorteándolos como queriendo decirnos a cada momento que este pudo haber sido el último. Corazones encogidos, gargantas anudadas. El futuro que aún no existe, tratando de presentarse frente a nuestras mentes, intentando transportarnos hacia lo desconocido. Miles de preguntas sin responder, sobre todo aquellas que dicen: como lo haré.

Casi un mes después, estamos un paso más adelante de como empezamos, pero con un panorama incierto. La Fé, no nos ha abandonado y muchas personas a distintas distancias nos han acompañado en esta travesía. Han sido miles los saludos, las Oraciones, las Buenas Vibras y las Buenas Intenciones, las cuales nos han ayudado a convivir con nuestra preocupación.

Muy de a poco, tu mano ha comenzado a presionar un poco más, dándonos la esperanza de que comienzas a recuperarte. Como ya lo he dicho, mantenemos la Fé intacta en que pronto podremos estar contigo , en tu entorno familiar, el cual te ayudará a lograr la mejoría que todos esperamos. Te amamos.